Y un día se nos ocurrió
que estaría bueno conocer Machu Picchu y que lo podríamos hacer con nuestra
"Chata". La planificación duró un año; sumamos amigos que luego “se
bajaron”, pero no nos dimos por vencidos y el 31 de agosto de 2013 a las 5:45 partimos.
He aquí la bitácora completa que fuimos compartiendo por la web mientras
viajábamos. Esperamos lo disfruten y les sirva.
DIA 1:
Plaza de Frías (Santiago del Estero) |
Aprovechando que el tránsito era fluido, recorrimos 1100 km en 10 horas y finalmente llegamos a la
localidad de Frías, Santiago del Estero. El paisaje estaba seco y árido porque,
según nos comentan, hace unos cuantos
meses que no llueve ( se nota).
Acá descansaremos y mañana partiremos hacia Purmamarca, nuestra parada antes de abandonar el país.
Aún no sabemos si el paso de Jama estará habilitado... La semana anterior hubo una nevada histórica y
el paso quedó totalmente cubierto por la nieve, esperemos que para cuando queramos
cruzar esté libre. Las últimas informaciones que tenemos son que permanece
cerrado pero, por lo que vemos de las páginas del clima, la situación ha
mejorado... Limpien la ruta!!!
DIA 2:
Purmamarca. Partimos “no tan temprano” de la localidad de Frías. Le
pregunto al muchacho del hotel que temperatura está pronosticada y me contesta:
Lo normal... (en el idioma de Frías es un calor bárbaro). Salimos rumbo norte y
luego de 200 km pasamos San Miguel de Tucumán siempre por la circunvalación...
Sin meternos en temas políticos, hay mucho por hacer: la ruta está muy rota y sus
alrededores están llenos de basura. Una
lástima!
En Rosario de la Frontera decidimos reabastecernos de combustible: 45 minutos
de fila… luego continuamos viaje. Algunos tramos de la ruta están en
construcción; un accidente bastante bravo y semáforos en los pueblos baja
un poco nuestro ritmo.
Finalmente luego de pasar San Salvador de Jujuy nos metemos entre los cerros
y comenzamos la subida hasta llegar a los 2100 mtrs. de Purmamarca. La quebrada
de Humahuaca es imponente, la ruta serpentea por un costado. Vemos cabras
pastando y algunas personas caminando muy despacito.
Impresionante. Sin importar a donde se mire es una
postal. Ahora descansar, comer una cazuela de llama y mañana a recorrer el
pueblo.Entrada a Purmamarca (Jujuy) |
Feria de Artesanos en la Plaza del Pueblo de Purmamarca |
Purmamarca y Cerro Siete Colores |
Nos levantamos lo más temprano que pudimos. Desayunamos y nos dirigimos al
cerro Morado que, tras una escaladita, permite la vista del pueblo abrazado por
el cerro. Nuevamente, una postal por cualquier lugar que se mire.
Estamos a más de 2000 mtrs. de altura y se nota en
los esfuerzos así que, luego de la trepada descansamos, tomamos un poco de agua y bajamos
para hacer el recorrido por detrás del Cerro de los Siete Colores, el paseo de
Los Colorados.
Ya hacía dos horas que caminábamos y el sol nos recordaba lo cerca que
estaba; del fresco de la mañana pasamos a un clima poco más que templado.
Luego del paseo matutino decidimos ir para Tilcara y, calculando que
estaríamos llegando para el almuerzo (Tilcara está a solo 25 kilómetros de
Purmamarca y la ruta está impecable) apuntamos a comer un bocadito por allí.
Tilcara (Jujuy) |
La ruta que une Purmamarca con
Tilcara tiene un paisaje impresionante donde las quebradas van dando paso a
nuevos colores. En algunos momentos podíamos ver los picos nevados que están
detrás de los cerros que nos rodeaban; estando ahí no se sabe para dónde mirar.
Tilcara es la ciudad más importante de la zona; tiene el banco, el hospital
y las oficinas públicas más importantes. Paseamos por sus calles angostas,
recorrimos la plaza y, según lo calculado, almorzamos ahí (obviamente a la
sombra) .
También pudimos ver el museo de arqueología, que nos sorprendió por lo
completo que es: tiene piezas de varias culturas precolombinas, no solo de esta
zona, sino también de Perú, Bolivia y Chile. (Muy bueno).
DIA 4
En nuestro camino, siguiendo por la ruta 52, nos detuvimos en la Salina Grande que muestra un paisaje de otro planeta, y la respuesta es: Sí, todo eso es sal!!!!!!!
Salinas Grandes |
Luego continuamos hacia el paso de Jama para hacer los papeles de salida
del país. Éramos los únicos y nos atendieron “super amable”, contando anécdotas
y dando buenos consejos para el camino.
El resto de la aduana, nos comentan, está
directamente en San Pedro a 152 kilómetros de distancia y la buena noticia es que el camino llega a más de
5000 mtrs. sobre el nivel del mar... (se
notó).Ya en el altiplano Chileno pudimos observar los restos de la gran nevada
de la semana anterior (impresionante).
Ruta 27 (Chile) Camino a San Pedro de Atacama
|
Por fin llegamos a la aduana de Chile, nos atendieron... bastante mal (muy
mal). Como nuestro viaje era largo veníamos con mucho equipaje: tres bolsos,
dos mochilas, bidón de combustible, otro de agua, una canasta con comida (todo
cerrado y/o disecado para no tener inconvenientes), una carpa, cadenas por si
la nieve, y un montón de etcéteras. Todos muy amables salvo uno y ese uno nos hizo
bajar absolutamente todo del auto, no lo podíamos creer: nos demoró una hora al rayo del sol buscando no sé qué. Revisó
hasta los guardabarros. Volvimos a cargar todo, ya bastante cansados (muertos).
Buscamos el hotel. Lamentablemente la demora de la
aduana hizo que perdiéramos la reserva del tour nocturno para avistamiento de
astros... otra vez será? (no creo). Esperemos que no nos encontremos más gente
así.San Pedro de Atacama |
DIA 5
Salimos hacia Arica, la última ciudad de Chile hacia el norte. Suponíamos
un viaje de 6 o 7 horas (650 km de distancia) pero no fue así (fueron 10 horas y un poco más). Nos
encontramos en la ruta con otra aduana (tenerlo en cuenta en sus viajes) que
por suerte solo revisó los papeles (tenemos que reconocer que la señora fue muy
amable).
Luego, la ruta que suponíamos muy plana se hizo de montaña y para colmo estaba
en reparación. Esto generó que, en diferentes tramos, estuviéramos dos horas detenidos. Ojo, los
paisajes que vimos por esos lugares, además de imprevistos, fueron espectaculares
(palabra que vamos a escribir mucho).
Pero bueno, parte del viaje era cruzar el desierto
de Atacama y lo hicimos (y a la vuelta lo haremos nuevamente...)
Desierto de Atacama |
Calles de Arica Frente al Hotel |
Estamos en Arica, lo que significa estar “al nivel del mar” y nos sentimos
mucho más cómodos que a los 5000 mtrs. del otro día.
Salimos temprano para la aduana. De pronto descubrimos que nos falta un
cable del GPS para cargar los mapas de Perú. Ups! bueno tenemos un mapa de
papel y las indicaciones de la ruta, que tan difícil puede ser?
Rumbo a la aduana con destino Puno. Como no quiero extenderme solo diré dos
cosas:
1) Están las dos Aduanas juntas, la de salida de Chile y la de entrada a
Perú.
2) Tardamos dos horas en salir de ese suplicio burocrático. Alguna vez los
países se darán cuenta que los traficantes no hacen la cola para hacer firmar
un papelito? No.
Pensamos que Tacna (el primer pueblo de Perú) tendría una avenida circunvalación
que rodeara el pueblo (si la tiene no la encontramos y, definitivamente, no era
un pueblo sino una gran ciudad). Nuestro mapa de papel no tenía el detalle; las
indicaciones brillan por su ausencia y obvio, nos perdimos (no tenemos
fotos...)
Finalmente
y otra vez de noche llegamos a destino:
Puno. Decidimos pasar dos noches ya que esta vez estábamos afectados por el soroche.
Por suerte el hotel era muy confortable y con un excelente restaurante, donde
nos atendió Demetrio, el mozo (todo un personaje).
DIA 7
Puno, una gran ciudad a orillas de lago Titikaka, entre 3800 y 4100 mtrs. sobre
el nivel del mar, la quinta ciudad más alta del mundo.
Aquí es infaltable y obligatorio visitar la isla de
los Uros, la comunidad originaria del lugar que preserva gran parte de sus
costumbres milenarias.
Lo que los hace únicos son sus islas flotantes, hechas de un entretejido de
totoras (o juncos) que se mantienen a flote atadas unas con otras; son más de
70 islas.
Para poder comerciar con el continente, viven del turismo
y la venta de artesanías; el truco es negociar.
Las totoras son utilizadas para hacer las islas, las
casas (apoyadas sobre las islas), como alimento (ya que tienen algo similar a
un palmito en su interior) y como leña para el fuego. Su medio de transporte
son las canoas, a las que, según nuestro
guía Javier, les dicen "Mercedes Benz" obviamente también hechas con
totoras…
Luego de la excursión, que duró entre las 9 de la mañana y
las 12 del mediodía (no se olviden el protector solar !!!!!!) , retornamos a
tierra firme, almorzamos y salimos a caminar para conocer la ciudad.
La gente es amable, dispuesta
a ayudar y muy sonriente. Caminar una cuadra es un gran esfuerzo, al menos para
nosotros, por el bendito soroche (falta el aire y te agitás muy rápido).Catedral de Puno frente a la Plaza de Armas |
Nuevamente necesitamos de un té de coca y un buen
descanso. Mañana partimos para Cusco.
DIA 8 Y 9:
Salimos de Puno hacia Cusco. El camino es lento, no tanto
por lo complicado sino porque atraviesa casi todos los poblados, incluso
Jualiacá, donde estaban en construcción, lo que nos demoró un poco más.
El paisaje cambia radicalmente pasando la ciudad de
Ayavin, donde ingresamos en el valle que recorre un río homónimo. Todo es
verde; encontramos unos paisajes increíbles.
Cusco |
Cusco - Plaza de Armas |
Arribamos a la plaza de armas justo en el momento en que
se hacían los festejos por la virgen de Almudena; la mayoría de las calles
estaba invadida por desfiles, orquestas y bailarines con trajes típicos. Todo
lo pudimos ver desde el balcón en un bar, tomando unos tragos y comiendo unos nachos.
Todo un evento! (el bar también! Nos dejen de probar los nachos con queso y
porotos picantes !!!!).
Catedral de Cusco |
El interior de las iglesias es igualmente
sorprendentes, pero no permiten tomar fotografías ni filmar (una lástima que no
podamos compartir esas imágenes).
Mañana partimos para Santa Teresa, ya más cerquita de
Machu Picchu!
DIA 10:
Nuevamente a la chata. Salimos temprano hacia Santa
Teresa. De acuerdo a lo que nos comentan
el camino es todo pista (ruta asfaltada) hasta Santa María y luego hay que
tomar un camino consolidado (ripio).
Para tener en cuenta: en Perú "fácil" quiere
decir "difícil" y "difícil" es prácticamente imposible, por
lo cual un camino consolidado que dicen está bueno hay que entender que no está
tan bueno.
Ollantaytambo |
A los pocos kilómetros comienza la subida del Abra Málaga,
donde se llega a una altura de 4.330 metros que se hacen sentir, y se pasa del
valle templado a las cumbres nevadas de la cordillera. Una vez que llegamos a
la cima, el descenso muestra un cambio
de paisaje y de clima. Estamos entrando
a la zona de selva.
Al llegar a Santa María sale un camino de ripio que
apenas se ve (poco señalizado) lleva a “Hidroeléctrica” (lugar donde se ubica
la central hidroeléctrica y desde donde parte el tren que llega a “Aguas
Calientes”) y que también pasa por “Santa Teresa”, nuestro destino. Estamos
cansados, hicimos escasos 200 kilómetros per llevamos casi 7 horas de viaje;
Perú es extremo.
El camino tiene sectores que son solo una huella; de
un lado la montaña del otro el precipicio (complicado). Cada tanto hay badenes
por donde corren ríos, (suerte que vinimos en la temporada seca...); la
corriente es importante y los puentes (solo hay dos) son de tablas; en el
segundo no nos animamos a subir y cruzamos por el río…
Llegamos al pueblo de Santa
Teresa exhaustos, para colmo no comimos (GRAN ERROR!!). Le pregunto a un taxista
por el hotel. Al llegar, sinceramente, nos decepcionamos del “lodge”; estábamos
cansados y con hambre; nos pegó el bajón pero lo superamos gracias a la buena
onda de la gente y a un buen descanso.Posada Eco Quechua |
Comemos algo de los víveres que llevábamos y nos
tiramos a descansar. Se escucha una especie de sirena, será una máquina? No,
son las chicharras que cantan
ensordecedoramente hasta que cae el sol. De pronto truenos y a la noche
lluvia... como habrá quedado el camino de ripio? Mañana esperamos estar mejor;
tenemos que dejar el auto acá, llegar a
"Hidro" en algún vehículo (11 km de distancia) y tomar el tren a
Aguas Calientes.
DIA 11:
Nos levantamos en nuestra habitación del Eco Quechua.
Había llovido toda la noche, pero menos de lo que esperábamos. Vamos a desayunar. Ahí conocemos a Ana, la cocinera del lugar (encantadora).
Es de Lima; nos contó como fue que llegó a Santa Teresa y se quedó, lo tranquilo que es el lugar y lo amable que
es la gente. Esto nos anima un poco para dejar el auto acá; además de traer
mucho equipaje venimos cargados de prejuicios (que complicados que somos...)
Luego llegó Edgar, el marido de Ana, también un
personaje querible. Nos contó de sus proyectos para el futuro y que al igual
que su mujer, se enamoró del lugar. Actualmente tiene un auto con el que hace
viajes a Hidro y a Santa María. Obviamente nos llevó a Hidro y quedó en
recogernos a la vuelta.
El desayuno y la charla nos llenaron de energía la que
era muy necesaria para seguir. Al mediodía y mientras esperábamos a Edgar, nos quedamos
charlando con Janet (no sé si se escribe así...) y Quique, la pareja dueña del
hotel. Nuevamente nos sorprendemos con sus historias y experiencias. Ambos son
guías profesionales y Quique, además, ha escalado picos de montaña por todo el
mundo ( un groso!).
Salimos para Hidro, Edgar viene con Ana y surge una
charla en el auto muy entretenida. Maneja con una cancha que nos dio
vergüenza...
Apeadero de Hidroeléctrica |
Sólo subimos 9 personas al vagón...
Al ingresar al tren, pasamos
de la selva "sudamericana" al confort Europeo. El vagón está equipado
con asientos súper confortables, mesas, ventanales panorámicos y techos
vidriados para poder apreciar el paisaje (un lujo). También se puede hacer el
recorrido a pie por la vía del tren.Tren Perú Rail (Hidro - Aguas Calientes) |
Aguas Calientes (Pueblo de Machupichu) |
Aguas Calientes (Pueblo de Machupichu) |
Al bajar del tren el camino nos lleva a un mercado
gigantesco de artesanías, es un laberinto de tejidos y colores.
Consultamos a un policía por la ubicación del hotel.
Este es una posada sencilla, con algunas falencias. La chica que nos atiende es
un personaje de historieta, no entiende nada, le hablamos y se nos queda
mirando como si hablásemos en otro idioma; un ejemplo: como no llevamos todo el
equipaje con nosotros, dejamos el secador de
pelo en Santa Teresa y cuando le pedimos uno, nos da una toalla... bueno
también sirve para secar el pelo...
Damos una vuelta corta y picamos algo temprano. Luego
cenamos en el hotel; Pablo va a comprar comida a un restaurante donde mientras
le preparan el pedido, mantiene una gustosa conversación con la gente del lugar
, tanto que hasta le invitan un vaso de jugo y lo esperan mañana para seguir
charlando. Al día siguiente ascenso a
MACHUPICCHU.
DIA 12:
Le habíamos pedido a la chica del secador de pelo que
nos preparara el desayuno a las 8.30, nuestra subida al Machupicchu era en el turno de las
10 -11 AM. Es importante tener en cuenta que solo se venden 2000 tickets por
turno y hay 2 turnos diarios; los tickets se pueden sacar por internet
(anticipados).
El día anterior habíamos sacado nuestros boletos de
bus, y nos dirigíamos a la parada. Los micros salen uno atrás del otro y
siempre llenos. Son 30 minutos de viaje o 2 horas de caminata si prefieren.
Una nueva aclaración: si uno viaja desde
cualquier lugar del mundo y llega en avión, son recomendables las caminatas;
como nosotros llevamos el cansancio de nuestra propia travesía preferimos
reservar fuerzas y tomar el micro.
Llegamos a los molinetes (conocemos gente que se a colado... no los mencionemos) pasamos el control donde alertan todo lo que no se puede hacer, por ejemplo la prohibición de llevar comida, lo que no te cuentan es todo lo que necesitarías hacer para lograr poder realizar bien los recorridos. Caminamos hacia WaynaPicchu, es una opción para incluir cuando se compra el ticket. De acuerdo al instructivo, a ese sector solo suben 200 (de los 2000) ya que el camino es muy angosto y un poco complicado... Nuevamente la información fue poca; además de angosto es sumamente empinado; hay tres niveles de altura con diferentes dificultades y duraciones de recorrido: 45 minutos, 2 horas y 4 horas, todo entre ida y vuelta. Sabiendo de antemano la real dificultad es bueno que se lleve alimento (aunque no dejen) y mucho agua, sino es muy difícil concretar el ascenso.
Vista desde Wainapichu |
Machupicchu es impresionante por donde se lo mire (prometemos que al regreso a Bs. As. subimos imágenes). Es increíble que hayan hecho esta ciudadela en ese lugar que hoy es de tan difícil acceso; las terrazas, los cimientos de los templos, sus plazas, todo es realmente majestuoso y da muestra del poderío Incaico y de los conocimientos de ingeniería que poseían. Hay que tener en cuenta que mientras los temblores derrumban las construcciones actuales y de la colonia, las construcciones incaicas se mantienen inalterables.
Machupichu |
Obviamente pasamos por la Roca sagrada a cargarnos de
energía y, aunque no se permite, la tocamos para sentir eso que poseían los
incas y que hacía que nada fuera
imposible. Y algo tiene...
Volvimos al pueblo con un hambre tremendo y nos fuimos
derecho a un restaurant que habíamos visto temprano; nos llamó la atención que
en la puerta decía Fernet con Coca y Choripán... “La Retama de Ché”, matrimonio
peruano - argentina que va y viene a Rio IV Córdoba; comimos como bestias!
Infaltable la “Inka Cola” y hasta nos dieron pan!!!! (en Perú no acostumbran
comer con pan…)
Luego de la suculenta ingesta
fuimos a conocer las termas que dan nombre al lugar (otra caminata importante
río arriba). Pagamos la entrada aunque no teníamos traje de baño; no hay
problema, ahí te alquilan las chancletas, el traje de baño y las toallas. Cuando
llegamos, fue inevitable comparar con cualquier complejo termal de la
argentina... y pese a que somos fanáticos de Perú, este paseo no lo
recomendamos. Las piletas son pequeñas y no alcanzaba para la cantidad de gente
que luego se incrementó con un contingente de chicos en viaje de estudio... Ahí
decidimos volver al hotel a darnos una ducha y hacer un poco de fiaca antes de
cenar. Mañana nos tenemos que levantar a las 5 para tomar el tren que nos lleva
de nuevo a Hidroeléctrica... estará Edgar ?
DIA 13:
La noche anterior nos acostamos temprano, el tren
salía a las 6:44 y había que estar media hora antes.
Sonó el despertador a las 5:00 AM, todavía era
oscuro... pero demasiado oscuro. Machu Picchu tiene un apagón, no lo podemos
creer! Nos arreglamos como podemos con la luz de los celulares, mientras el sol
subía por detrás de las montañas. Calculamos que no nos van a poder hacer el
desayuno, pero nos equivocamos: con vela y todo, la mesa nos espera en el
patio; la chica nos aclara que no pudo conseguir pan, por la falta de
"fluido". Qué arranque de jornada !
Caminamos hacia el apeadero del tren (este no para en
la estación). Esperamos un rato. Llega llenísimo y todos bajan a las corridas,
no entendemos nada. Luego nos enteramos que la gente de la zona no puede elegir
horario para tomar el tren y eso genera que todos viajen al mismo tiempo en el
horario que les designó la empresa (no está bueno eso…).
Subimos y pausadamente vamos hacia hidroeléctrica
donde tenemos fe en que nos espera Edgar.
Con puntualidad inglesa (no peruana) está ahí. Subimos
al vehículo y volvemos a Santa Teresa. Estará el auto...?
Chan ! Qué alegría al ver a nuestra chatita entre las cañas, donde la
dejamos. Hacemos una paradita para buscar agua caliente para el mate del viaje
y aprovechamos para saludar a Quique y Janett. Ahora salimos rumbo a Santa
María, por el complicado camino de ripio y cornisa. Con más confianza que a la
ida fuimos más ágiles y menos preocupados.
Las Calles de Cusco |
Volvemos al mismo hotel en el que nos hospedamos a la ida en la calle
Santa Catalina Ancha. Dejamos la chata y nos vamos al bar frente a la plaza de armas que prepara como
nadie los nachos con guacamole, y los bajamos con una cerveza negra
(supremo!!!)
La gastronomía de Perú es muy
variada en sabores; los platos son todos muy elaborados y están al detalle,
claro al detalle peruano que a veces le falta algún detalle, pero damos fe
de que es de las mejores del mundo.Panorámica de Cusco |
Paseamos por las calles increíbles de la ciudad y
luego vamos a cenar al restaurante que está enfrente del hotel "Santa
Cata". Inesperadamente había un
show de bailes típicos. Nos invitan a bailar pero en la altura de Cusco dar un
salto equivale a quedarse sin aire por un rato largo (obvio, no bailamos). Ahora
a descansar y a preparar todo para volver a Puno; por suerte hicimos la reserva
vía web y la confirmaron…
DIA 14:
Nos despedimos de Cusco,
desayunamos y salimos bastante temprano; el transito es fluido.
Tomamos la ruta del
valle hacia Puno bordeando el río hasta Ayavin, luego el paisaje comienza a
hacerse más árido. Llegamos a Juliaca y decidimos ir por la Av. Circunvalación
para esquivar la ciudad que tiene movimiento como una de la India. No sé qué
fue peor: la avenida está destruida y el descontrol es igual que en el centro.
Dato importante: Las ciudades de Perú son
muy caóticas en cuanto al tránsito, no suelen ceder el paso, hay moto-taxis por
millares, combis y taxis, y en general todos tocando bocina. Paciencia, es así.
Salimos de Juliacá. Desde
la altura se puede divisar el Lago Titikaka y a sus orillas Puno (impresionante).
Entramos a la ciudad también por la circunvalación y doblamos por la calle Puno
que da directamente a la plaza de Armas; cinco cuadras más y estaremos en el hotel.
Parece mentira, llegamos
justo que hay otra fiesta popular y están todas las calles cortadas, intentamos
llegar al hotel pero es imposible. Bailes, disfraces, bandas, un verdadero
descontrol (fiesta de los universitarios). Dejamos el auto al costado de la
catedral luego de muchas vueltas y caminamos hacia el hotel, solamente cargamos
las mochilas y esperamos que nos den una mano para llegar a la cochera.
Llegamos, por fin!
La empleada con una suavidad y serenidad infinita, nos dice que no tenemos la reserva y no tienen lugar… uf! Hay que buscar otro hotel… a caminar!!
Encontramos el hotel Plaza Mayor un poco más cerca de la plaza y un poco más caro; por suerte tiene estacionamiento, pero obvio, en la calle cortada. No importa, aprovechamos para sacar lo básico del equipaje y llevarlo al hotel. Un baño y a comer.
Encontramos un buen lugar donde nos preparan Cuy al horno, un plato típico de la región, que es chanchito de la india al horno. Supusimos que el sabor sería más fuerte, pero no, estaba muy bueno. Recomendamos también la alpaca salteada (muy rica!!).
Después de la cena, habilitan algunas calles; la juerga sigue pero podemos guardar la chata. Por fin a descansar.
DIA 15:
Pasamos al altiplano a pleno,
picos nevados, zonas desérticas y arenosas y descendemos a un nuevo valle
al acercarnos a Moquegua.
Unos kilómetros antes leemos “Bienvenidos a Moquegua,
ciudad libre de la mosca de la fruta”. Ahí nos damos cuenta de que llevábamos una banana que nos había
dado Quique en Santa Teresa... Uh! Como si se tratara de una bomba por estallar
buscamos la banana y la tiramos por la ventanilla. Justo a tiempo! Dos
kilómetros más adelante estaba el SENASA de Perú revisando los autos en busca
de frutas, traen alguna fruta o verdura ?: NO, por supuesto que no…
Seguimos viaje riéndonos. Ahora si estamos en el desierto.
Nos está agarrando hambre (si tuviéramos un plátano…). Decidimos que en Tacna
(la última ciudad de Perú) vamos a parar a comer algo. Lo hacemos en un restaurante
a la salida del pueblo; pedimos un Bistec a lo pobre, plato típico
de Perú: carne saltada con cebolla, arroz, papas, ensalada y huevo frito (obvio
lo compartimos).
Ahora nos dirigimos hacia la aduana, pongámosle humor!
Esta vez, la experiencia sólo duró una hora (qué milagro!!). Insistimos en que
es una burocracia que no sirve para nada…
Catedral de Arica (Diseño del ingeniero Eiffeld) |
Cenamos en un Bar -restaurante de la peatonal, donde
nos atiende Felipe: un personaje de los que no hay. Nos engullamos una
chorrillana bestial (Carne de vaca, pollo y salchichas saltadas
con cebolla y papas fritas cubiertas con queso derretido) . Ahora a dormir.
DIA 16:
Amanece bastante nublado, pero todos coinciden en que
siempre es así y luego sale el sol. Salimos por la ruta 5 hacia el sur; vamos
rumbo a Tocopilla, una localidad en la costa. Se nos hizo un poco tarde ya nos
quedamos asegurando las reservas de hotel de todas las noches que nos quedan en
Chile; comienzan las fiestas patrias y la gente las utiliza turísticamente (o
como se dice acá: para “turistear”) tienen casi una semana entera de feriados.
Las decoraciones patrias ya estaban cuando ingresamos al país por Jama; los
locales, las casas, las calles, los autos, todo está decorado con los colores
de Chile. Creo que nunca había visto una demostración de patriotismo tan grande
(es impresionante).
Avanzamos por la ruta que comienza a mostrar un
paisaje fascinante. Estamos como contra una pared (las montañas) y nos cerca el
mar; por el filo va la ruta. Bahías, playas rocosas, caletas y el zigzag de la
ruta que sigue lo recortado de la costa (es como el mapa pero en vivo y en
directo). Una nueva aduana entre regiones, que pasamos rápido (ya somos
expertos).
Ruta 1 costeando el Pacífico |
Finalmente y luego de atravesar la última montaña por
un túnel, llegamos a Tocopilla. Parece un pueblo pesquero ingles del siglo XIX.
Nos tenemos que habituar a este tipo de arquitectura y diseño urbanístico que
no tiene nada que ver con lo que estamos acostumbrados (este viaje tuvo mucho
de eso).
Ahora al hotel y después a cenar. Encontramos un restaurant muy de pueblo y nos ofrecen probar
un pez de nombre albacora, una delicia (después descubrimos que era pez espada)
Con la panza llena a descansar, mañana seguiremos
recorriendo la costa y esperamos llegar hasta Chañaral, otro pueblo costero y
de pasada ver Antofagasta.
DIA 17:
De Tocopilla a Chañaral. Continuamos como ayer por la espectacular costa chilena hasta Antofagasta. Encontramos una gran ciudad, mucho tránsito. Pasamos Antofagasta ya que no es uno de nuestros destinos y a partir de ahí la ruta se zambulle en el desierto.
A unos kilómetros visitamos la famosa escultura
"La mano del desierto" y aprovechamos para sacarnos unas fotos y ya
que paramos, preparamos unos Tés, amargos porque nos olvidamos de comprar
azúcar.
Comienza a levantarse mucho
viento y el paisaje agrega una cortina tenue de polvo; no podemos negar que es
el desierto.Mano del Desierto |
Arribamos a Chañaral. Otro pueblo detenido en el
tiempo: calles angostas, construcciones en madera. Muy pintoresco. Apenas
comienza la calle principal está el hotel. La persona de la recepción es otro
personaje (demasiada alegría y entusiasmo!!). Luego de dejar el equipaje vamos
a caminar. Es temprano y los negocios están aún cerrados.
Subimos por unas escalinatas
para llegar hasta la iglesia y la plaza de armas; el pueblo comienza en el
llano y sube por la ladera de la montaña, o al revés?Iglesia de Chañaral frente a la Plaza |
Faro de Chañaral |
Mientras bajamos se nos acerca un hombre que comienza
a hablarnos. Entre otras cosas cuenta que toda la playa que desde ahí se ve es
un agregado de tierra y arena traído desde las minas (claro, eso explica lo del
faro) y que antes el mar estaba más cerca. Luego nos cuenta una mezcla de
historias de las cuales muchas no comprendimos. Antes de despedirse nos entrega
un papel con un texto escrito por él... No hay palabras que lo expliquen, es
rarísimo. No sabemos si el hombre es un genio, un loco o un una mezcla de las
dos cosas, con una pizca más de la segunda.
Buscamos dónde tomar la merienda: Té en un "café
gourmet" (así se llamaba) muy bien puesto y de los mismo dueños del hotel.
Mirábamos unas fotos viejas que tenían colgadas en la pared cuando, al ver
nuestro interés, la encargada nos trajo unos libros de historia de Chañaral.
Ahí descubrimos que por la calle principal llegaba el tren, hace más de 100
años. El pueblo, pese a los terremotos, maremotos y un incendio de enormes proporciones,
conserva la misma fisonomía que antaño (es muy curioso).
Cenamos en un restaurancito atendido por su dueña en
la esquina del hotel, nos recomienda reineta (un pescado que estaba buenísimo).
Al fin paró el viento. Una breve caminata y a dormir.
DIA 18:
Nos vamos acercando a Argentina. Salimos de Chañaral
rumbo a La Serena, una localidad balnearia mucho más turística que las
anteriores.
Costeamos hasta Caldera y luego hacia el centro, lejos
del mar. El desierto va quedando atrás. El paisaje mezcla algo de la vegetación
baja con las piedras y la arena, incluso comienzan a aparecer caseríos y
pequeñas localidades que más al norte eran solo espejismos.
Estábamos llegando a Copiapó y aparece un desvío que
no está en el mapa ni en el GPS (que sigue con sus problemitas). Copiapó es
famosa por la historia de los 33 mineros que quedaron atrapados (y luego
rescatados) en la mina. Nosotros agarramos por el desvío y cortamos bastante
camino.
La vegetación aumenta más y
más y los poblados también. Llegamos a La Serena, que con el incremento de
población y el desarrollo inmobiliario está quedando unido a Coquimbo, La Compañía,
Tierras Blancas y Peñuelas.La Serena |
El panorama respecto de nuestras últimas paradas
cambia radicalmente; esto es una especie de Punta del Este (por poner un
ejemplo), hiperturístico ubicado en el mar, más hacia las sierras está el pueblo. Playas
extensas, muchas aves acuáticas y todo pensado para el turismo.
Almorzamos en un restó costero muy bien ambientado y después
caminamos por la playa, hasta el atardecer. Esperábamos ver al sol sumergido en
el mar pero caía por detrás de una península (Coquimbo), igual le sacamos la
foto de rigor.La Serena - Coquimbo |
Como los precios son bastante más elevados,
aprovechamos que podemos cocinar en el hotel y comemos barato (preparamos algo
de lo que traíamos desde argentina).
DIA 19:
Rumbo a Viña del Mar. El camino combina bosques, mar y
sierra. Son increíbles los cambios que vamos viendo a medida que avanzamos. Esto
también es muy lindo, pero muy diferentes a los otros lugares también lindos.
Todo el recorrido es de autopista, lo malo es que es
carísimo; llevamos gastados aproximadamente $ 250 de peajes en solo 700
kilómetros.
Viña es inmenso, la cercanía
con Santiago hace que se crucen muchas rutas y autopistas, acá agradecemos el
GPS.Av. San Martín, Viña del Mar |
Nos vamos internando en la ciudad dividida por los cuatro puntos cardinales, hasta
llegar al hotel. Para nuestra sorpresa es mejor de lo que esperábamos y más
barato que el anterior.
Dejamos todo y caminamos hacia
el mar (precioso). El color del agua es azul oscuro, pocas olas, ya que estamos
en una bahía y como es feriado hay bastante gente caminando por todos lados.
Comemos en una terraza que da al mar y luego seguimos caminando. Se ve una
ciudad muy limpia, prolija y ordenada.Viña del Mar |
La Av. San Martín concentra la gastronomía de la
ciudad y por la noche es nuestro destino para la cena. Buscamos un lugar para
comer un entremés y tomar un trago: pisco, cerveza y una
tabla de la casa. Caminamos por la tranquila noche de Viña y a descansar.
DIA 20:
Como ya es una constante del viaje nos levantamos temprano,
pero esta vez nos equivocamos: el desayuno comienza 9:30, tendríamos que haber
preguntado...
Le consultamos al dueño del hotel sobre Valparaíso y nos
comenta que es muy lindo el Cerro Concepción; hacia allí vamos.
Tomamos la avenida de la costa
y 9 kilómetros después estamos en la ciudad vecina a "Viña". No se
parecen en nada (salvo por el mar) dejamos la modernidad de la primera y
entramos en una atmósfera bohemia encantadora. Tanto el Cerro Concepción como
el Cerro Alegría son patrimonio de la humanidad y conservan sus construcciones
antiguas muy pintorescas; para donde se vea hay una postal.Valparaiso |
Valparaiso |
Bueno, es hora de partir hacia la cordillera y cruzar
para Argentina. Para variar nos perdemos entre las autopistas. Entre el GPS que
no funciona bien y el mapa que, evidentemente, es viejo, giramos desesperadamente
en círculo hasta que logramos encontrar la ruta que nos lleva hacia Los Andes,
la última localidad de Chile antes del cruce.
Va subiendo la temperatura
hasta un poco antes de "los caracoles". Comienza la nieve y la
temperatura baja de unos agradables 22° a 2°. Bastante nieve cubre la montaña.
El cruce estuvo cerrado hasta hace menos de un día. Incluso el complejo de
esquí el Portillo está en plena actividad y mientras nosotros subimos por la
ruta, la gente esquía a nuestro lado.Cruce de Los Libertadores |
Una nueva aduana... Lo bueno es que está unificada,
con lo cual el trámite se hace en un mismo lugar y si alguno se comporta como
el que nos tocó en San Pedro de Atacama, tendremos un compatriota para que nos
defienda (creo).
Fue rápido. Salimos rumbo a Uspallata, nuestra parada
prevista.
Ya estamos pensando en el asado que vamos a cenar...
si hay algo que se extraña es la carne argentina. Uspallata está preciosa; da
ganas de quedarse pero mañana después de un buen descanso salimos para nuestra
humilde Longchamps; no tendrá la gastronomía y la historia del Perú, ni las
playas del Pacífico y la seguridad de Chile, pero hay que volver... ya habrá
tiempo para armar una nueva aventura.
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